Mons. Pedro Barreto Jimeno y Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, acordaron la visita e intercambio de experiencias en dos acciones que se vienen trabajando en el ámbito de la Arquidiócesis del Cusco, especialmente en la Provincia de Acomayo, distrito de Sangarará, sobre temas que se inscriben en nuestro Plan Pastoral, puntualmente en la Línea Pastoral Nro 10 de Desarrollo Humano Integral y la Línea Pastoral Nro 12 de Pastoral Ecología.
Así, desde el proyecto “Promoción del empoderamiento socio político y económico de mujeres hacia la equidad” gestionado por Cáritas Cusco y que busca el desarrollo integral de mujeres y hombres de las comunidades campesinas de la sierra sur del Perú facilitando el empoderamiento de las mujeres en los espacios locales de manera que impulsen procesos de desarrollos locales inclusivos, concertados, equitativos y sostenibles, se pudo conocer la historia de la Sra. Delfina Cruz Quispe, lideresa campesina que acompaña procesos de crecimiento personal de otras mujeres de su comunidad, promoviendo el reconocimiento de la dignidad de la mujer en la dinámica comunal, el respeto y cumplimiento de los derechos y obligaciones ciudadanas.
De igual forma la junta directiva comunal testimonio el trabajo coordinado que vienen desarrollando con las diferentes autoridades para mejorar sus estrategias de gestión comunal sobre la base de actualizar y formalizar sus herramientas de gestión y de cómo Caritas Cusco, los acompaña en estas diferentes etapas.
Otro tema de interés de los visitantes fue las REPANAS (Reserva de Patrimonio Natural) que es una forma de cuidar nuestros recursos de agua. La REPANA consiste en aislar una determinada área de terreno comunal donde existe un mandante, laguna u ojo de agua, con el propósito de que lograr que la propia creación sin intervención del hombre se recupere en un determinado tiempo en términos de cantidad y calidad de agua, flora, fauna, clima, etc. Todo esto en áreas promedio de 20 hectáreas y sobre la base de los acuerdos y consensos de las autoridades, líderes y diferentes instancias de gobierno comunal, es decir, respetando su autodeterminación.
Estas experiencias de labor, han sido compartidas con los hermanos de Huancayo, quienes también fueron agasajados por la comunidad anfitriona. Se valora este tipo de encuentros que beneficia a todos los miembros de nuestra Santa Iglesia.