En el corazón de los majestuosos Andes peruanos, donde nacen las fuentes de agua que sostienen la vida de las comunidades altoandinas, se impulsa una respuesta concreta frente a los efectos del cambio climático y la presión sobre los recursos hídricos. Cáritas Cusco, con el financiamiento del Humanistische Groep Dribergen (HGD) de Holanda, ejecuta la Fase II del proyecto “Siembra y Cosecha de Agua – Mejorando la Reserva de Patrimonio Natural” en la comunidad de Ocra, distrito de Chinchaypujio, provincia de Anta. Esta iniciativa busca garantizar el acceso sostenible al agua para más de 150 familias, promoviendo la conservación y restauración de los ecosistemas como base para un manejo responsable del recurso hídrico.
El proyecto centra su intervención en la reforestación de cabeceras de cuenca, la recuperación de manantes y bofedales, y la revitalización de saberes ancestrales que fortalecen la infiltración y retención del agua en los suelos. Estas acciones, basadas en soluciones de la naturaleza, contribuyen a mejorar la regulación hídrica durante todo el año y asegurar la disponibilidad de agua para la agricultura, la ganadería y el consumo doméstico.
En una reciente asamblea comunal, se ratificaron los acuerdos del convenio tripartito entre Cáritas Cusco, HGD y la comunidad de Ocra. Este importante espacio de participación contó con la presencia de la junta directiva comunal, los comités de gestión ambiental, las unidades de conservación de recursos naturales, la organización de mujeres y la población organizada. La validación de estos compromisos fue liderada por las mujeres productoras Kusca Llapachis Purisun, representadas por su presidenta Honara Santa Cruz, así como por las promotoras ambientales encabezadas por Anastasia Ramos Mayhuia, quienes desempeñan un rol clave en la protección del entorno natural y la gobernanza ambiental local.
De manera complementaria, el proyecto impulsa procesos de capacitación, sensibilización y fortalecimiento organizacional, consolidando una cultura comunitaria de cuidado del territorio y asegurando la sostenibilidad de las acciones implementadas. A través de este esfuerzo conjunto, Cáritas Cusco reafirma su compromiso con la gestión integral del agua, la adaptación al cambio climático y el fortalecimiento del tejido social.